Los indicios apuntan a que las previsiones de inflación y tasas de interés, que se esperaba bajasen en el segundo semestre de 2023, no se producirán hasta 2024, alejándose cada vez más del objetivo del 3,25% y el 3% para 2023 y 2024, respectivamente.
A pesar de no formar parte de la estructura de poderes, la autonomía del Banco Central de Brasil (BACEN) (que muchos han criticado) se convierte en el mayor sistema de pesos y contrapesos de Brasil (al menos en el mundo real y actual).
Y no discutimos cuestiones de ideología, sino medidas que van en contra de la realidad de los hechos.
En efecto, la decisión del Comité de Política Monetaria (COPOM) de mantener la tasa de interés básica de la economía brasileña, contrasta con la decisión del Senado de aprobar la infame Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) de transición. Por tanto, surge la gran pregunta: ¿deben prevalecer los datos técnicos o los políticos en estos dos temas?
La justificación del COPOM para mantener el tipo de interés actual tiene en cuenta toda la «inseguridad de la política fiscal del futuro Gobierno», así como, en este momento, los efectos fiscales derivados de la aprobación del PEC transitorio (apodado «PEC fura- teto»).
Los indicios apuntan a que las previsiones de inflación y tasas de interés, que se esperaba bajasen en el segundo semestre de 2023, no se producirán hasta 2024, alejándose cada vez más del objetivo del 3,25% y el 3% para 2023 y 2024, respectivamente.
¿Qué tiene esto que ver con la economía brasileña y el mundo empresarial? Una respuesta directa, tendremos algunos hechos que tendrán un gran impacto en las empresas brasileñas: la tasa de cambio en niveles altos, el aumento de la inflación, el aumento de los precios de los productos en general, y el aumento de la tasa de desempleo. Pero, lo principal será el aumento de la presión fiscal (y no tiene sentido argumentar que se solucionará con la supuesta propuesta de (sic) reforma fiscal en discusión de narrativas.
Existe, y esto es un hecho, un vínculo, una conexión directa, entre el gasto público, incluidos los probables cacareados beneficios, y la presión fiscal. Son hermanos siameses.
Por ello, llevamos mucho tiempo advirtiendo a nuestros clientes sobre el impacto de una gestión fiscal eficiente en los resultados económicos y financieros de las empresas. Viene fundamentado en la inclusión en las estrategias de las empresas, especialmente en los tiempos revueltos de la economía que se vislumbran para 2023.